jueves, 29 de julio de 2010

Programa de prevención de ataques de perros

En EEUU llevan mucho tiempo aplicando estos programas de prevención de ataques de perros...¿cuantos niños más han de sufrir y/o morir para que nuestro gobierno se decida a aplicar este tipo de medidas educativas-preventivas?
Este VIDEO es un ejemplo


Reevisión de la epidemiologia de los ataques de perros a personas y medidas de prevención para evitar mordeduras


El problema de comportamiento más importante, en términos de frecuencia y consecuencias para las personas y para el bienestar animal, son las agresiones caninas (Fatjó et al., 2007). Los expertos recalcan que muchos de los ataques se podían haber prevenido (De keuster et al., 2006; De Munnynck, 2002; Mills 2003).


Las mordeduras de perros son un problema real?


Las mordeduras de perro son un grave problema de salud y seguridad pública. En Estados Unidos, más de la mitad de los niños hasta 12 años informarán que han sido mordidos por un perro alguna vez (Spiegel, 2000). En el Reino Unido, 1 persona de cada 100 necesita atención médica a causa de un mordisco (Overall & Love, 2001). Otro país, como Bélgica, tiene una frecuencia anual de 22 mordeduras por cada 1000 niños (De keuster et al., 2006), y los Países Bajos más de 136.000 incidentes suceden anualmente (Cornelissen & Hopster, 2009).

Los datos muestran que la agresividad es invariablemente el problema de comportamiento más consultado a los especialistas de comportamiento de pequeños animales (Beaver 1999).


A quién muerden los perros?


En un estudio realizado en Aragón, se registraron un total de 4.186 incidentes relacionados con mordeduras de perro en 9 años (1995-2004). En el 30% de los casos las víctimas eran niños de entre 0 a 14 años, y el riesgo de ser mordido en este grupo era 3 veces superior a las personas mayores de 15 años.

Diferentes estudios representan dos patrones de localización de las heridas según la edad de la víctima. Las víctimas mayores de 14 años tienen un riesgo mayor de ser mordidos en las extremidades (Benson et al., 2006), mientras que los niños presentan un mayor riesgo de ser mordidas en la cabeza y el cuello, especialmente entre los 0 y 4 años ( Rosado et al., 2009).


De quién eran estos perros? Eran perros "de calle"? Se trataba de perros "salvajes"?


El 97% de los perros del estudio de Rosado et al (2009) tenían propietario, y en la mayoría de casos se trataba del propio perro de la familia (Benson et al., 2006; De Keuster et al., 2006; Schalamon et al., 2006).

En otro estudio realizado en España sobre 1.040 casos de agresión canina, el 38,55% de los perros mostraban comportamientos agresivos hacia miembros de su familia (Fatjó et al., 2007).

La literatura sugiere que la mayoría de niños son mordidos por el perro de casa después de haber estado interactuando con él (De Keuster et al., 2006).

Y no ha servido de nada la actual ley de perros potencialmente peligrosos para prevenir los casos de mordeduras?

No. De hecho, en un estudio en España se contabilizaron los casos de agresiones 5 años antes de la ley 50/1999 y RD 287/2002 y 5 años después, sin encontrar ninguna diferencia significativa. Es decir, la actual ley española no ha sido efectiva a la hora de proteger la gente de las mordeduras de perros. Además, del total de agresiones durante estos períodos (sin legislar y legislado), menos del 4% de los incidentes fueron provocados por las supuestas "razas peligrosas" que se encuentran en la lista (Rosado et al., 2007). En el mismo estudio, se comprobó que el Pastor Alemán es la raza con mayor incidencia de mordeduras, tal y como corroboran otros estudios (Schalamon et al., 2006; Rosado et al., 2007).

La idea de incluir las razas de "lucha y toma" en leyes BSL (Breed Specific Legislation, o Ley específica de raza) debido al uso original que se hacía se está volviendo obsoleta, gracias a los recientes descubrimientos que sugieren (Svartberg, 2006). Si os interesa este tema, encontrará más información estudiando el experimento Belayev.

Además, hay que tener en cuenta que la raza (el factor genético) es un factor poco fiable a la hora de predecir la agresividad, si lo comparamos con otros factores como el grado de socialización, el aprendizaje, y la salud física (Heath, 2005).

Como muchos autores corroboran que las BSL que se aplican en otros países tampoco son efectivas (Ledger et al., 2005; Collier, 2006; Kuhne & Struwe, 2006), está aumentado el apoyo a las leyes nBSL (Leyes No específicas de raza, que regulan la tenencia responsable de los propietarios sin tener en cuenta la raza del animal) (Sacks et al., 2000; Global & Love, 2001; Ledger et al., 2005; De Keuster et al., 2006; Schalamon et al., 2006).


Qué puede llevar a un perro a morder un miembro de su familia?

Un estudio de 1078 casos a los Países Bajos muestra que el 90% de casos en que un perro muerde a un familiar, éste estaba interactuando con el perro (Cornelissen & Hopster, 2009).

La mayoría de problemas de comportamiento de los perros (incluida la agresividad) son ocasionados (al menos al principio) por conductos totalmente normales y funcionales para los perros (Mills, 2003). Por ejemplo, manipular el perro de una forma aversiva causa una gran proporción de casos de mordeduras (Bamberger & Houpt, 2006; Fatjó et al 2007).

Actualmente hay estudios que sugieren que la mayoría de agresiones dirigidas al propietario están más relacionadas con el miedo que con la dominancia (Bamberger & Houpt, 2006).
Me gustaría hacer un comentario sobre este último punto. Una de las autoras del artículo citado, Katherine A. Houpt, es la autora de uno de los libros de referencia en etología, el Domestic Animal Behavior, con 4 ediciones. En este libro se dice, por ejemplo, que si un perro gruñe o muerde al propietario si éste se acerca a su lecho se trata de un caso clarísimo de dominancia. En el mismo libro, y cito textualmente, la agresividad dirigida al propietario se basa en la hipótesis de que el perro se considera a sí mismo (y el perro es un macho en la mayoría de casos) dominante sobre los humanos. Aunque el libro menciona que hay dos causas por las que un perro puede morder a su propietario, la dominancia y el miedo, se deja muy claro que, y vuelvo a citar textualmente, todos los perros parecen buscar un lugar más elevado en la jerarquía. La agresividad causada por el miedo no se menciona más en la agresión dirigida a los propietarios y queda relevada únicamente a la agresividad por dolor que se presenta al veterinario.

Explico esto por que encuentro muy interesante que una autora a la que claramente considera a los perros animales dominantes, en permanente estado de alerta para poder ganar una posición en la jerarquía de la familia, empiece a citar en sus artículos que la dominancia no explica la mayoría de casos de agresiones, sino todo lo contrario. Es el miedo al propietario, el miedo a los gritos, a los castigos, el miedo a que lo traten mal lo que hace que un perro se sienta entre la espada y la pared, y muy a su pesar tenga que mostrar comportamientos agresivos hacia esa persona que lo intimida y no le deja tranquilo. Los perros siempre intentarán evitar los conflictos. La confrontación en la mayoría de casos siempre la empieza una persona.


¿Por qué los niños? No es verdad aquello de que "los perros les gustan los niños?"

La mayoría de accidentes suceden dentro de casa e involucran a niños menores de 7 años mordidos por el propio perro de la familia (Lakestani et al, 2006; Schalamon et al., 2006). Además, la gran mayoría suceden los meses de verano (Schalamon et al., 2006; Rosado et al., 2009), coincidiendo con las vacaciones escolares y a menudo con el menor control de los padres.

Según un informe de la American Veterinary Medical Association (AVMA, 2001), es el propio comportamiento natural de los niños (correr, gritar, presionar, movimientos rápidos e inesperados, mantener el contacto visual ...) lo que les hace susceptibles a ser mordidos por un perro.
Acercarse al perro mientras está comiendo o sorprenderlo mientras está durmiendo parecen ser los desencadenantes de más del 86% de estos accidentes. En la mayoría de casos no había ninguna supervisión por parte de un adulto (Kahn et al., 2003).

Si los comportamientos inapropiados de los niños son tan frecuentes, incluso nos podríamos sorprender de que no haya más casos de mordeduras. Además, si la mayoría de las mordeduras son infligidas por perros "normales" que expresan una reacción "normal" provocada por el miedo, todas las intervenciones destinadas a cambiar el comportamiento del perro, en lugar de cambiar el comportamiento de la persona involucrada, estarán condenadas al fracaso (Wilson et al., 2003).


¿Y qué podemos hacer para cambiar la situación? como podemos proteger a nuestros niños?

Educando. Como apuntaban Wilson et al., (2003), no se trata de cambiar el comportamiento natural del perro sino de enseñar a las personas, y sobre todo a los niños, a reconocer el lenguaje corporal de los perros ya respetarlos.

Los programas de prevención de mordeduras en las escuelas se están llevando a cabo desde hace décadas (Coleman et al., 2008; Global & Love, 2001). Ejemplos de programas en las escuelas a los que se les ha evaluado su efectividad para prevenir mordeduras en niños serían:

Barker (Be Aware, Responsible, and Kind, "sé consciente, responsable y amable") Dog Bite Prevention Program: realizado en escuelas de EEUU, tras la evaluación del programa se concluyó que los niños que habían asistido conseguían un nivel más elevado de seguridad a la hora de tratar con perros y sabían cómo reaccionar ante situaciones amenazantes ante un perro (Spiegel, 2000)

"Prevent-a-Bite" ("impide que te muerdan"): llevado a cabo en Sydney, consistía en una lección de 30 minutos dirigida a niños de 7-8 años. Los niños practicaban como acariciar un perro de forma correcta (pidiendo permiso, acercándose poco a poco, evitando el contacto visual, etc ...), qué hacer cuando se les acercaba un perro, etc ... Tras la evaluación, los niños que habían recibido estas lecciones mostraban apreciablemente un comportamiento mucho más prevenido que los niños que no habían asistido: al ver un perro se mostraban prudentes y el observado a cierta distancia. Los otros niños acariciaban el perro sin contemplaciones e intentaban excitarse, mientras que la mayoría de niños que habían asistido al programa sólo la acariciaban tras un periodo de atenta observación (Chapman et al., 2000).


"The Blue Dog" Bite Prevention Program ("El perro azul": programa de prevención de mordeduras). El objetivo del programa es enseñar a los niños ya los padres la manera segura de tratar con los perros en el ambiente familiar.Después de haber estado trabajando con el CD, los niños contestaban correctamente a las preguntas de los tests, demostrando lo que habían aprendido mediante el programa (Meints & de Keuster, 2009).


¿Y qué está haciendo aquí para prevenir las mordeduras de perros a los niños?

Desgraciadamente me ha sido imposible encontrar algún programa de prevención de mordeduras que se esté llevando a cabo en España, y viendo los resultados que se están obteniendo en otros países es una lástima ... Tampoco he encontrado ninguna asociación dedicada exclusivamente a la difusión de medios para prevenir mordeduras de perro.


Por este motivo, y para empezar a construir una montaña de granitos de arena con mi granito, me puse en contacto con Juan Orr, presidente de la organización DOGGONESAFE (EEUU y Canadá) dedicada a la prevención de mordeduras de perros y al apoyo de las víctimas. Desde aquí quiero expresar mi sincera gratitud a Juan Orr por su amabilidad y por ofrecerme parte de su material para que pudiera traducir al español y empezar a difundir su mensaje.


Si desea saber más sobre el programa de prevención de mordeduras BE A TREE (sé un árbol) de DOGGONESAFE, continúe leyendo el blog

Como se comenta en el artículo de este blog "Revisión de la epidemiología de los ataques de perros a personas y medidas de prevención para evitar las mordeduras", las mordeduras de perros, especialmente en niños, son un problema real y grave de la sociedad. Por este motivo, en muchos países se están llevando a cabo programas escolares de educación a niños para enseñarles maneras de estar más seguros cuando están rodeados de perros.

Gracias a la amabilidad de Juan Orr, presidente de la organización DOGGONESAFE (EEUU y Canadá) dedicada a la prevención de mordeduras de perros y al apoyo de las víctimas, Educación Canina puede presentar traducido al español material del programa escolar para la prevención de mordeduras de perro Be a Tree (Programa "sé un árbol"). Desde aquí agradezco a Doggone Safe su labor y la voluntad de difundir un mensaje de respeto a los perros como medio para proteger a los niños.

Be a Tree Program (Programa "sé un árbol")

El Be a Tree Program (Programa "sé un árbol") es una presentación basada en actividades interactivas y divertidas que enseñan a los niños cómo leer el lenguaje corporal de los perros y cómo actuar de forma segura con su perro o con perros desconocidos. Doggone Safe recomienda que no hace falta llevar ningún perro en las aulas para realizar este programa. El programa está administrado por la organización sin ánimo de lucro Doggone Safe, dedicada a la prevención de mordeduras de perro mediante la educación, y el apoyo a las víctimas de mordeduras.

El programa Be a Tree está disponible en todo Norte América y en todo el mundo. Aproximadamente 500.000 niños se han beneficiado de las lecciones aprendidas en el programa. Los presentadores pueden ser educadores caninos, educadores humanos, cuidadores de mascotas, veterinarios, profesores, y otros profesionales interesados en la seguridad infantil.

Este programa ha recibido el apoyo de organizaciones veterinarias como:

Ontario Veterinary Medical Association
Canadian Association of Animal Health Technologists and Technicians
Saskatchewan Association of Veterinary Technologists
Saskatchewan Veterinary Medical Association
Ontario Association of Veterinary Technicians


El mensaje principal de la presentación es "Sé un árbol" si un perro desconocido se acerca a ti o si cualquier perro se muestra demasiado nervioso o te hace sentir incómodo.


GRACIAS A MARIONA MONRÓS por pasarme esta información(y traducirmela desde el catalán).WWW.EDUCACIOCANINA.BLOGSPOT.COM

Y para los que siempre buscan las referencias científicas:
Referencias

American Veterinary Medical Association (AVMA). (2001). Task Force on canine aggression and human-canine interactions. A community approach to dog bite. Veterinary Medicine Today 218:1733-1749

Bamberger, M., Houpt, K.A. (2006). Signalment factors, comorbidity, and trends in behavior diagnoses in dogs: 1.644 cases (1991-2001). Journal of the American Veterinary Medical Association 229, 1591-1601

Beaver B.V. (1999). Canine Social behaviour. Canine Behaviour: A Guide for Veterinarians pp 137-199. WB Saunders Company: Philadelphia, USA.

Benson , L.S., Edwards, S.L., Schiff, A.P., Williams, C.S., Visotsky, J.L. (2006). Dog and cat bites to the hand: treatment and cost assessment. Journal of Hand Surgery 3, 468-473

Chapman, S., Cornwall, J., Richetti, J., Sung, L. (2000). Preventing dog bites in children: randomized control trial of an educational intervention. British Medical Journal 320: 1512-1513

Coleman, G.J., Hall, M.J., Hay, M. (2008). An Evaluation of a Pet Ownership Education Program for School Children. Anthrozoos, Vol 21 n(3): 271-284

Collier, S. (2006). Breed-Specific legislation and the pit bull terrier: are the laws justified? J. Vet. Behav. 1, 17-22

Cornelissen, J.M., Hopster, H. (2009) Dog bites in The Netherlands: A study of victims, injuries, circumstances and aggressors to support evaluation of breed specific legislation. Veterinary Journal Oct 28

De Keuster, T., Lamoureux, J., Kahn, A. (2006). Epidemiology of dog bites: a Belgium experience of canine behaviour and public health concerns. The Veterinary Journal 172, 482-487

De Munnynck, K., Van de Voorde, W. (2002). Forensic approach of fatal dog attacks: a case report and literature review. International Journal of Legal Medicine 116, 295-300

Fatjó J., Amat M., Mariotti V., de la Torre J. L., Manteca X. (2007). Analysis of 1040 cases of canine aggression in a referral practice in Spain. Journal of Veterinary Behavior, 2(5) 158-165 begin_of_the_skype_highlighting              2(5) 158-165      end_of_the_skype_highlighting

Heath, S. (2005). Why do dogs bite? Eur. J. Comp. Anim. Pract. 15, 129-132

Houpt, K, A. Domestic animal behavior for veterinarians and animal scientists Ames : Blackwell, cop. 2005, 4th ed.

Kahn, A., Bauche, P., Lamoureux, J., Dog Bites Research Team (2003). Child victims of dog bites treated in emergency departments. European Journal of Pediatrics, 162, 254-258

Kuhne, F., Struwe, R. (2006). Dangerous dogs in Berlin in comparison to the dog population - ways to reduce the dangerousness of dogs. Berl. Munch. Tierarztl. Wochenschr. 119, 445-455

Lakestani, N.N., Donaldson, M., Verga, M., Waran, N. (2006). Keeping children safe: how reliable are children at interpreting dog behavior? Proceedings of the 40th International Congress of the International Society for Applied Ethology, 233. ISAE committee: Cranfield University Press

Lang, M. E., Klassen, T. (2005). Dog bites in Canadian children: A five-year review of severity and emergency department management. Journal of the Canadian Association of Emergency Physicians, 7(5), 309-314

Ledger, R., Orihel, J.S., Clarke, N., Murphy, S., Sedlbauer, M. (2005) Breed specific legislation: considerations for evaluating its effectiveness and recommendations for alternatives. Can. Vet. J. 46, 735-743

Meints, K., de Keuster, T. (2009). Brief report: Don't kiss a sleeping dog: the first assessment of "the blue dog" bite prevention program. Journal of Pediatric Psychology 34(10): 1084-90

Mills, D.S., Levine, E. (2006). The need for a co-ordinated scientific approach to the investigation of dog bite injuries. The Veterinary Journal 172, 398-399

Overall, K.L., Love, M. (2001) Dog bites to humans- demography, epidemiology, injury, and risk. J. Am. Vet. Med. Assoc. 218, 1923-1934

Rosado, B., García-Belenguer S., León M., Palacio J. (2007) Spanish dangerous animals act: effect on the epidemiology of dog bites. Journal of Veterinary Behavior 2: 166-174

Rosado, B., García-Belenguer S., León M., Palacio J. (2009) A comprehensive study of dog bites in Spain, 1995-2004. Veterinary Journal 179(3): 383-91

Sacks, J.J., Sinclair, L., Gilchrist, J., Golab, G.C., Lockwood, R. (2000). Breeds of dogs involved in fatal human attacks in the Unites States between 1979 and 1998. J. Am. Vet. Med. Assoc. 217, 836-840

Schalamon, J., Ainoedhofer, H., Singer, G., Petnehazy, T,. Mayr, J., Kiss, K., Hollwarth, M.E. (2006). Analysis of dog bites in children who are younger than 17 years. Pediatrics 117, 374-379

Spiegel, I.B. (2000). A pilot study to evaluate an elementary school-based dog bite prevention program. Anthrozoos 13, 164-173

Svatberg, K. (2006). Breed-typical behavior in dogs - Historical remnants or recent constructs? Appl. Anim. Behav. Sci. 96, 293-313

Wilson, F., Dwyer, F., Bennet, B.C. (2003). Prevention of dog bites: Evaluation of a brief educational intervention program for preschool children. Journal of Community Psychology, 31(1), 75-86

sábado, 24 de julio de 2010

Nuevos cursos

-¿Cómo dar clases para cachorros?-Septiembre 2010 Mallorca
-¿Cómo dar clases para cachorros?-Noviembre 2010 Valencia
-Educación canina en positivo y técnicas de clicker training. –Octubre 2010 Gran Canaria
-Comienza a reunirse el Club del clicker (habilidades caninas, perros de asistencia y dog dancing)Todos los jueves a partir de Septiembre de 7 a 8 de la tarde. Gran Canaria.
-Comienzan de nuevo nuestras Clases de socialización y educación de cachorros a partir de septiembre en Gran Canaria.
-Comienzan de nuevo nuestras clases de educación canina en positivo en grupo para perros adultos a partir de septiembre en Gran Canaria.
-Y como siempre seguimos ofreciendo nuestras clases particulares a domicilio de educación canina en positivo y problemas de comportamiento así como el resto de nuestros servicios. Para más información sobre cualquiera de estos cursos contacta con virginia@pdtspain.com --

martes, 13 de julio de 2010

Perros en las playas

He sacado esto de la pagina de mascoteros
Con su apoyo, el Colegio de Veterinarios de Santa Cruz de Tenerife da un empujón a la petición de los propietarios, que iniciaron una campaña de recogida de firmas por la creación de zonas para mascotas en playas.

Tanto los propietarios de mascotas como los propietarios de Santa Cruz de Tenerife iniciaron una campaña de recogida de firmas para habilitar zonas específicas para mascotas en las playas, que ahora ha sido avalada por el ilustre colegio.

El Ilustre Colegio de Veterinarios de Santa Cruz de Tenerife explica, en una nota de prensa, los beneficios derivados de la presencia de mascotas (perros) en las playas, destacando varios aspectos fundamentales en su argumentación: socialización, mejora del estado anímico y mejora del estado físico. Asímismo inciden en las lógicas medidas higiénico-sanitarias que deben tener en cuenta los propietarios, así como las medidas de control que deben adoptar las autoridades para permitir el acceso a playas.
La iniciativa, de llevarse a cabo, no sólo beneficiará a mascotas y propietarios, sino que indirectamente supondrá un incentivo para el turismo de la zona.
Reproducimos a continuación el contenido de la nota:
"Desde el Ilustre Colegio de Veterinarios de Santa Cruz de Tenerife, se quiere trasladar una interesante demanda planteada de forma recurrente por veterinarios y propietarios de perros, para que sea considerada por las autoridades competentes en la materia de disfrute de costas y playas.
Es abundante la bibliografía que avala las bondades del disfrute conjunto de playas de los dueños y sus mascotas. En la práctica diaria de la clínica se observan casos (por ejemplo recuperaciones de los traumatismos post-atropellos) en los que el tratamiento de elección consiste en la rehabilitación mediante paseos por arena alternados con sesiones de natación.
Por otra parte, resulta innegable el efecto beneficioso que tanto para personas, como para las mascotas conlleva el disfrute de la playa, mejorando el estado anímico, favoreciendo el ejercicio físico y promoviendo la socialización.
Para nuestra provincia, con un sector turístico tan importante sería un golpe de efecto internacional constituirse en pionera de la posibilidad del disfrute reglado de ciertas playas (o zonas delimitadas dentro de alguna de ellas) por parte de las mascotas acompañadas de sus dueños.
Consideramos no obstante que dicho disfrute ha de estar limitado mediante la circunscripción a unas zonas determinadas, y con el cumplimiento de una normativa que salvaguarde los derechos tanto de los usuarios como del resto de las mascotas y sus propietarios.
Respecto a la limitación en cuanto a ubicación se proponen varias opciones a considerar según las características de la zona en cuestión, pudiendo combinarse entre ellas:
1- Restringir el uso a playas autorizadas en función de la extensión de las mismas y a la baja densidad de bañistas.
2- Restringir, en ciertas playas autorizadas a un uso compartido con mascotas en ciertas franjas horarias (por ejemplo a primeras horas de la mañana y a últimas de la tarde), cuando la densidad de bañistas es notablemente menor.
3- Restringir, dentro de algunas playas, a ciertos espacios acotados donde se especifique que exclusivamente en ellos y con el cumplimiento de ciertas normas se puede compartir la playa con las mascotas.
En cuanto a la reglamentación del uso y disfrute de dichos espacios, se tendrá que regular atendiendo a normativas de mayor rango jerárquico (véase por ejemplo la de animales potencialmente peligrosos), a criterios de salud pública, de seguridad ciudadana y al propio derecho del resto de los bañistas a disfrutar de la playa sin molestias. Para ello se establecerá en cada espacio habilitado la señalética adecuada que especifique las normas de obligado cumplimiento, las zonas acotadas, o el horario de disfrute de las mismas, así como el régimen sancionador que se desprenda del incumplimiento de la misma.
Respecto a los aspectos sanitarios del disfrute de los espacios designados implicará, obviamente aspectos como:
- Supervisión continua y control del comportamiento de los animales con recogida inmediata y eficiente por parte de los propietarios de los residuos evacuados por sus mascotas.
- Posesión de la documentación sanitaria en regla con especial referencia al estado vacunal del animal, en el que además de la vacuna de la rabia (obligatoria anualmente en la Comunidad Autónoma Canaria), se puede exigir por criterios de Sanidad Animal la vacunación anual frente a las principales enfermedades infectocontagiosas transmisibles entre perros (parvovirosis, moquillo, hepatitis y leptospirosis), y por criterios de Salud Pública especial referencia a una desparasitación semestral frente a parásitos intestinales con un producto adecuado a dosis efectiva.
- La posesión de un certificado oficial veterinario de validez trimestral que haga especial referencia a la ausencia en el momento de la inspección de síntomas de enfermedades infectocontagiosas o parasitarias que supongan un potencial riesgo sanitario para el disfrute de las playas del resto de las mascotas o bañistas.
- Desde esta corporación se estima recomendable que el propietario del perro que frecuente la playa esté provisto además de un seguro de responsabilidad civil para hacer frente a posibles imprevistos.
En definitiva se trata de que los propietarios de perros puedan disfrutar de espacios beneficiosos tanto desde el punto de vista de la salud física y anímica como desde el punto de vista lúdico, tomando aquellas medidas que garanticen la convivencia con el resto de usuarios y la tranquilidad en ciertas playas autorizadas, evitando comportamientos incorrectos con normativas de aplicación supervisada por la autoridad competente, permitiendo además que dichas playas se erijan como reclamo del, cada vez mas numeroso colectivo de dueños responsables que encontrarían un valor añadido a la posibilidad (ampliamente promocionable) de disfrutar de una oferta turística en ciertos municipios que permita el disfrute compartido con sus mascotas de espacios costeros habilitados para este fin."