Saltar sobre la gente parece que es inevitable, es su manera de saludar.
Los perros saltan porque nadie les ha enseñado a comportarse de otro modo y porque además han recibido refuerzos constantes por ese comportamiento. A todos nos gusta acariciar a un cachorro que salta sobre nosotros y nos lame la cara... ¿por qué no nos gusta tanto cuando crecen y tienen el mismo comportamiento?
En el adiestramiento tradicional “trataban” este problema dando un rodillazo al perro cuando saltaba o ahorcándole con el collar de ahogo hasta que se rendía (o quedaba sin respiración) y se sentaba o le cogían de las patas delanteras y le apretaban hasta que decidieran soltarse y sentarse. Es evidente que este tipo de castigo no solo no enseña nada al animal sino que además de producirle dolor puede tener varios efectos secundarios, entre ellos, la agresividad hacia las personas. Una vez más insistimos en que los perros aprenden por asociación; si cada vez que se acercan a una persona para saludarla, esta persona le recibe con castigo y le produce dolor, ¿qué aprenderá el perro?... efectivamente: los humanos le producen dolor y por tanto debe protegerse de ellos ¿adivina como lo hará?
Podemos enseñarle a nuestro perro a no saltar sobre la gente para saludar de una manera sencilla siguiendo las pautas de la educación canina en positivo. Tenemos que reforzar intensamente el comportamiento alternativo incompatible con saltar, es decir, que se siente. Afortunadamente el sentado es el ejercicio más sencillo de todos y nos sirve para evitar muchos de los comportamientos indeseados.
Esta técnica se denomina contracondicionamiento. El perro no puede saltar y sentarse al mismo tiempo, por tanto vamos a centrarnos en fijar primero el comportamiento de sentado.
SIENTA
Esta orden puede ser muy práctica ya que te puede ayudar a controlar a tu perro cuando lo necesites. Lo ideal sería pedirle a tu perro que se siente antes de prestarle atención, darle comida, un premio o un juguete…
Como practicar:
• Practica en un lugar tranquilo, sin distracciones.
• Sujétale con la correa cerca de ti y enséñale que tienes un premio o juguete en la mano.
• Cuando el perro preste atención, mueve esa mano hacia arriba y hacia la cola del perro.
• El perro se tendrá que sentar para seguir tu mano con su mirada.
• En el instante que se siente, dale el premio.
• Repite ese proceso varias veces. Una vez que tengas claro que siempre puedes lograr que el perro se siente, añade el comando “SIENTA” antes del movimiento de tu mano.
• Practica varias veces al día.
• Poco a poco modifica el entorno, por ejemplo: practica sin correa, en otra habitación, en el coche, en el jardín o parque, etc.
IMPORTANTE: No toques al perro, no “le sientes” tú y no pierdas la paciencia.
Al empujarle hacia el suelo, podrías lastimarle la columna, y lo más importante: no ayudarías en absoluto a que el perro aprenda a sentarse por su propia voluntad.
Cuando el perro hay aprendido a sentarse cuando se lo pedimos trabajaremos para que mantenga la posición algún tiempo es decir, le enseñaremos la orden de quieto.
QUIETO
Este ejercicio es fundamental para controlar a tu perro en situaciones peligrosas, así que debemos sentar las bases de un aprendizaje sólido.
Practicando la orden
Primera fase:
• Empieza desde la posición de sentado. Puedes también practicar desde otras posiciones.
• Asegúrate de que tu perro está quieto y tranquilo en esta posición.
• Pon la palma de tu mano frente la nariz del perro. Quédate a su lado y no te muevas. Pídele que no se mueva por unos segundos (¡Quieto!), simplemente retrasa el momento de darle la comida. Dale un trozo de comida, felicítalo suavemente y utiliza una palabra para liberarlo (¡ALE!, ¡BIEN!).
• Repite este proceso varias veces hasta que tu perro tenga una respuesta fiable en el ejercicio.
Segunda fase:
En resumen esta segunda fase pretende conseguir la siguiente ecuación:
Orden ¡QUIETO! + ayuda con la mano = quieto + comida y ¡ALE!
• Poco a poco pídele que permanezca quieto por periodos más largos pero quédate a su lado.
• Cuando tu perro entienda el ejercicio, puedes empezar a moverte un poco. ¡Un paso hacia atrás será suficiente! Si tu perro se queda quieto con la orden, vuelve inmediatamente a su lado, prémiale y ¡ALE!
• Repite el punto anterior varias veces hasta que se quede siempre quieto tras la orden mientras te alejas. Al principio siempre debemos volver pronto al perro para felicitarle y premiarle.
• Aumenta paulatinamente la distancia y la duración y distracciones en el ejercicio.
Es muy importante que ayudes a tu perro a realizar el ejercicio con éxito (debes asegurarte de pedirle sólo lo que puede lograr).
No queremos confundirle o frustrarle si realizamos demasiados intentos sin éxito. Por eso, al principio, pídele poco (lo que sabes con certeza que puede realizar) e incrementa tus exigencias muy despacio. Si tu perro no logra lo que le estás pidiendo, vuelve inmediatamente al nivel en el que realizaba el ejercicio sin fallos. De esta manera nos aseguraremos de que el perro tome el ejercicio como una experiencia positiva.
Práctica sienta y quieto en distintos entornos y refuerza siempre con comida. Comienza a practicar estos ejercicios en los lugares en lo que necesitamos aplicarlo, es decir, en la puerta de casa (donde saluda las visitas) y durante los paseos cuando pasa alguien a nuestro lado.
Ahora podrás comenzara practicar el siguiente ejercicio ANTISALTO:
- Incítale a subir, abre los brazos y golpéate el muslo para animarle a subir. En cuando se suba encima de ti dile: “AH AH” (nuestra señal de no refuerzo, es decir, le explicamos que con ese comportamiento no va a recibir ninguna atención ni refuerzo) y permanece quieto, no le cojas las patas, no le mires, no hagas nada, simplemente espera. El perro “probará” otra manera para obtener tu atención y es muy probable que tras un par de saltos pruebe a sentarse… FELICITALE con efusividad y dale un trozo de comida (si en este momento vuelve a saltar tienes que permanecer inmóvil y volver al comienzo del ejercicio).
- Si no se sienta, puedes pedírselo, para eso hemos estado trabajando la orden de sentado y quieto antes de empezar este ejercicio.
Repite el ejercicio varias veces, el objetivo es conseguir que tu perro no salte encima de ti por mucho que le incites. Con unas cuantas repeticiones tu perro aprenderá que cuando le incitas para saltar lo mejor que puede hacer es sentarse para recibir tu atención, tus caricias y por supuesto un trozo de comida.
Con este ejercicio estaremos preparando a nuestro perro para que no salte encima de la gente por mucho que lo incite (que siempre hay alguien que lo hace), practicaremos cuando sea necesario hasta conseguir nuestro objetivo.
El siguiente paso será enseñarle a no saltar sobre el resto de la gente, para eso tenemos que sentar una regla inquebrantable: NADIE puede acariciar a nuestro perro si este no tiene las cuatro patas en el suelo. Si una de cada diez personas permite a tu perro que salte sobre él y le refuerza por ello, el comportamiento continuará repitiéndose, es más, lo hará con mayor intensidad.
Los perros aprenden de manera bastante rápida y segura a no saltar sobre su propietario pero les cuesta un poco generalizar este comportamiento con el resto de las personas.
Para este ejercicio necesitamos la colaboración de varias personas, así que organiza una sesión de entrenamiento con tus amigos.
Cada persona entrará en casa y realizará el mismo ejercicio anti-salto que te proponíamos al principio. Suena el timbre, la persona entra y le incita a saltar para saludar, cuando lo haga le dará la señal de no refuerzo: ah, ah y permanecerá inmóvil hasta que se siente. Felicitaciones, caricias y comida por sentarse. Repetirá el ejercicio 10 veces. Las primeras repeticiones es probable que el perro salte pero poco a poco irá disminuyendo su excitación y entusiasmo (saludar diez veces a la misma persona no es tan divertido) y sin embargo siempre será reforzado por sentarse. Después de varias repeticiones el perro se sentará en vez de saltar sin necesidad de pedírselo.
Cuando la primera persona haya terminado sus diez repeticiones comenzaremos con nuestro segundo invitado. Al principio parecerá que el perro no ha aprendido nada ya que intentará saltar sobre la persona, paciencia, sigue el proceso del ejercicio y verás que a la tercera o cuarta repetición el perro se muestra más colaborador.
Realiza el ejercicio con la tercera persona, diez repeticiones… Notarás que cada vez es más sencillo, repite con cada invitado.
Cada vez pediremos al perro que permanezcamos tiempo en sentado y quieto antes de acariciarle y premiarle.
No te olvides de recompensar generosamente a tus invitados por su colaboración, puede que les necesites otro día.
Desafortunadamente no vale con una solo sesión de entrenamiento para consolidar el comportamiento… tendrás que practicar con cada persona que venga a casa, ten preparados premios de comida cerca de la puerta y pide a todas las visitas que colaboren en el proceso de enseñanza de tu perro. Si no vas tener visitas en varios días tendrás que invitar a tus amigos otra vez a una sesión de entrenamiento.
Este es un problema de comportamiento que necesita que dediques bastante tiempo y muchas repeticiones para conseguir extinguirlo. Haz de cada sesión de entrenamiento un momento divertido, un juego, un momento genial para pasar un rato agradable con tus amigos y con tu perro. Esta técnica da SIEMPRE resultado pero tienes que implicarte y realizar tantas repeticiones sea necesario, si abandonas antes de conseguir el objetivo… seguirás teniendo un perro incontrolable que salta sobre las visitas y como consecuencias… cada vez tendrás menos visitas.
ESPERA
Practica también este otro ejercicio, enséñale a tu perro a que espere sentado y quieto para recibir las visitas.
1. Acércate a la puerta.
2. Di claramente “ESPERA”. PREMIALE
3. Pídele “SIENTA” y “QUIETO”. PREMIALE.
4. Abre la puerta mientras permanece en quieto. PREMIALE
5. Si se mueve, si se levanta, debes cerrar la puerta.
6. Repite los pasos 2 y 4.
7. Abre la puerta solo si tu perro permanece quieto y tranquilo. Puede que necesites varios intentos para conseguirlo.
8. Cuando puedas abrir la puerta sin interrupciones dale a tu perro la señal de liberación (“ya” o “libre”) y déjale que cruce la puerta o salude al invitado.
9. Debes practicar este ejercicio a diario, cada vez que abras la puerta. Este ejercicio funciona especialmente bien cuando el perro tiene una gran motivación por cruzar la puerta (para ir al parque, para recibir una visita…)
10. Es muy importante que utilices el comando “ESPERA” antes de pedirle que se siente y se quede quieto. El perro aprenderá a predecir el segundo comando y solo con pedirle “ESPERA” se sentará y estará quieto hasta que tu le permitas cruzar la puerta o saludar.
Practica el ejercicio de sentado y quieto y saludar sin saltar ahora durante los paseos, puede que vuelvas a tener que pedir la colaboración de tus amigos o intentar el ejercicio en situaciones reales y pedirle sentado y quieto para permitirle saludar a la gente que encuentres durante el paseo.
2 comentarios:
Muy buenos consejos en verdad me funcionaron mucho, saludos.
Funciono mucho ya que si no lo enseñaba lo hiban a sacar de la casa y esto es genial (8(i)
Publicar un comentario