sábado, 26 de julio de 2008

Clases para cachorros

¿Qué son las clases para cachorros?

El Dr. Ian Dunbar fue el que promovió esta idea hace unos 25 años en EEUU. Las clases de cachorros están diseñadas para asegurarnos que los cachorros puedan tener experiencias positivas con otros perros, humanos y estímulos novedosos en un entorno seguro y limpio bajo la supervisión de un educador con conocimientos específicos y experiencia.

Una clase para cachorros bien planeada puede mejorar la calidad de vida tanto del perro como de su propietario, ayudándoles a evitar potenciales problemas de conducta.

Cuando llega un nuevo cachorro a casa el propietario se encuentra con una lista interminable de problemas que van desde destrozos en la casa hasta el descontrol de la conducta higiénica, mordisqueo excesivo, etc. El objetivo de las clases para cachorros es ayudar al nuevo propietario a entender a su mascota para que puedan conseguir mejores técnicas de manejo, beneficiarse de una buena socialización temprana y sentar las bases para conseguir un perro adulto bien educado.

Los siguientes factores son esenciales para que las clases para cachorros tengan éxito:

Grupo de edades

Los cachorros deben tener entre 8 y 16 semanas al comenzar las clases. Según los estudios realizados al respecto cuanta menor diferencia de edad haya entre ellos mucho mejor. Permitir cachorros de más de 5 meses de edad en las clases puede causar problemas.

Vacunas

Permitimos que los cachorros acudan a las clases una vez completada su primera ronda de vacunaciones. Creemos que esto es suficiente ya que las clases siempre se realizan en un entorno cerrado, limpio y libre de infecciones. En 20 años de clases para cachorros han sido muy pocos los casos en los que alguno de ellos se haya puesto enfermo debido a alguna infección en clase. De todas formas debemos de seguir el consejo del veterinario al respecto y que sea él el que evalúe los pros y contras de llevar a nuestro cachorro a las clases.

Condiciones del juego

-Todos los cachorros deben disfrutar del juego y debe haber un equilibrio entre todos los que jueguen.

-Las sesiones de juego deben de ser cortas. Las sesiones largas y descontroladas pueden causar que los cachorros se vuelvan excesivamente rudos.

-La sesión terminará si alguno de los cachorros se ve excesivamente acosado por los demás, el juego se vuelve demasiado violento o hay excesivas vocalizaciones. Siempre será el conductor de la clase quien separe a los cachorros en caso de necesidad.

Los cachorros deben aprender a atender a sus propietarios durante el juego. El cachorro que es incapaz de seguir las indicaciones de su propietario en presencia de otro perro debe aprender a hacerlo.

-El cachorro no puede dejar la clase pensando que se trata únicamente de un lugar en el que ir a jugar con otros cachorros ya que pueden volverse más difíciles de controlar en el futuro. Se les dejará jugar dos o tres minutos hasta que los propietarios se acercarán para pedirle el comportamiento elegido y una vez lo lleven a cabo se les recompensará con otra sesión de juego.

Que enseñaremos

En la sociedad actual tendemos a centrarnos en lo que es erróneo, quien es el culpable y como castigarlo. Nuestro trabajo debería ser enseñar a las familias como prevenir los malos hábitos desde el principio. Los cachorros son como esponjas y aprenden muy rápido lo que les está permitido y lo que no.

En vez de castigar el comportamiento no deseado el propietario debería enseñar a su cachorro lo que espera de él y como conseguirlo. Es absolutamente necesario hacer entender a los propietarios los riesgos del castigo en esta etapa tan sensible de la formación del carácter. A pesar de nuestros consejos, ellos seguirán castigando a su cachorro, haciéndolo mal, demasiado a menudo, demasiado tarde o demasiado severamente. El castigo no tiene porque ser doloroso aunque las reprimendas pueden ser necesarias en caso de que el cachorro se pase de la raya. Recuerda que cuanta más disciplina les enseñemos menos castigos serán necesarios.

Los objetivos son la socialización temprana, prevenir de problemas de conducta y ayudar a los propietarios a llegar a ser buenos educadores caninos. Nos centraremos en los ejercicios de manejo y restricción del cachorro, maneras adecuadas de saludar a las personas, inhibición del mordisco, juguetes adecuados para mordisquear y como jugar con otros perros. Debemos recordar a nuestros estudiantes que la formación no queda completada con las seis semanas de clases, no podemos esperar la perfección en un cachorro inmaduro.

Método de enseñanza

Utilizaremos los métodos de educación canina en positivo. Evitaremos el castigo y reforzaremos positivamente las conductas deseadas. De esta manera no solo mejoraremos el comportamiento de nuestro cachorro si no que conseguiremos que disfrute del entrenamiento y desarrolle un buen historial de refuerzos por cada conducta. Utilizaremos una combinación del condicionamiento clásico y el condicionamiento operante. De todas formas seremos flexibles y adaptaremos estos métodos a las necesidades y características de cada perro y su propietario. Podemos encontrarnos propietarios reacios a utilizar el clicker, la comida o los ronzales. Debemos enseñar a los propietarios como utilizar estos recursos y como mantener el comportamiento deseado sin hacernos esclavos de ellos. Habrá que enseñarles a retirar el refuerzo de comida de manera paulatina y adecuada para no tener que escuchar aquello de “solo me hace caso cuando tengo comida en la mano”.

Precauciones

Tendremos un especial cuidado con los cachorros tímidos, temerosos y poco sociables para que el resto de los cachorros respeten esta circunstancia y tengan en todo momento experiencias agradables en las clases. Debemos prestar atención a todas las conductas extrañas de nuestros cachorros para prevenir que se acentúen en el futuro.

Graduación

¡No los pierdas ahora! Informales sobre el futuro. El periodo juvenil empieza sobre los seis meses y maduraran entre uno y dos años. El comportamiento del perro pasará de la inmadurez a la madurez y su carácter fluctuará, lo que puede afectar a los propietarios y frustrarles .Avisa a los propietarios de los cambios que se pueden encontrar.

Incremento de su independencia: Los propietarios deben esperar que su cachorro gane confianza y empiece a querer explorar el mundo por su cuenta y a mayores distancias. Pueden mostrar características típicas de un adolescente rebelde.

Madurez sexual: La mayoría de los perros llegada su madurez sexual empiezan a mostrar un gran interés por otros perros dejando así a su propietario en un segundo plano. Debemos asegurarnos de seguir trabajando y entrenando para que se continúe desarrollando el lazo de amistad entre ambos en esta etapa tan difícil del desarrollo.

Miedos y agresividad: El miedo y la agresividad suele empezar a aflorar en esta etapa. Por suerte estos comportamientos todavía no se habrán desarrollado aunque algunos cachorros pueden habernos dados algunas señales subliminales anteriormente a las que probablemente la familia no prestó atención. Por ejemplo, comer muy rápidamente cuando se acerca una persona, llevarse su hueso a otro sitio para mordisquearlo….Si informamos a los propietarios sobre este tipo de potenciales problemas de comportamiento a tiempo podremos ayudarles a prevenirlos.

Buscando las clases para cachorro
Seguramente usted habrá preguntado en varias escuelas antes de adquirir su cachorro y habrá tenido alguna idea de qué está buscando, pero si no, aquí tenemos algunos consejos:
Evite escuelas: que sean partidarias del uso de cualquier tipo de collar metálico o cualquier tipo de castigo físico, que atemoricen o dañen a cualquier cachorro. POR FAVOR recuerde, las técnicas de “tirones, sacudidas, agarre y zarandeo, dominancia y forzar posturas de sumisión” están consideradas abusivas y solo suponen una pérdida de tiempo, son relativamente inefectivas, potencialmente peligrosas y en muchos casos claramente adversivas y desagradables. Tales métodos obsoletos hoy en día, ¡gracias a Dios!, son cosas del pasado. Póngase en las patas de su cachorro. RECUERDE él es su cachorro y su educación y seguridad están en sus manos. Usted será el juez. Hay muchas otras maneras de educarle.

¡Busque hasta que las encuentre!
Busque cursos: donde a los cachorros se les dé amplias oportunidades de jugar juntos sin correa, donde los cachorros sean frecuentemente educados y calmados durante la sesión de juegos, donde los cachorros aprendan a gran velocidad, usando juguetes, recompensas, diversión y juegos. Y sobre todo, ¡donde su cachorro pase un buen rato!

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