HABITUACION A LA JAULA
Esta información pretende ayudarte a decidir si quieres utilizar la jaula como instrumento en la enseñanza de tu perro. Te enseñamos la manera de hacer de la jaula un espacio gratificante para el perro en el que poder estar tranquilo y seguro.
La jaula puede ayudarnos en:
• En el control de la conducta higiénica; ayuda al perro a controlar sus esfínteres mientras no podemos supervisarle (periodos cortos) y a predecir cuando hará sus necesidades y poder premiarle por ello.
• Evitar el mordisqueo y los destrozos en muebles, paredes y otros objetos cuando se queda solo en casa. Mientras está en la jaula desarrollará el buen hábito de mordisquear únicamente los juguetes especiales para ello (tipo kong).
• Permanecer tranquilo y callado mientras está solo.
• Reducir la cantidad de reprimendas por parte del propietario. Al evitar los problemas de conducta la relación propietario-perro mejora muchísimo.
• Prepararle para permanecer dentro de la jaula durante los viajes en avión o en coche y la posible hospitalización veterinaria.
Como hacerlo
No podemos meter al perro sin más y esperar a que se adapte, eso podría ser muy traumático para él. Crear una asociación positiva con la jaula es muy importante. Es un proceso gradual, nos tomaremos todo el tiempo que sea necesario para ayudarle a entender que la jaula es un lugar seguro y cómodo donde poder descansar.
NUNCA ¡JAMÁS! LE METAS EN LA JAULA COMO CASTIGO, esa no es la asociación que quieres que haga con este espacio.
Prepararemos la jaula para hacerla lo más cómoda posible, poniendo su manta favorita dentro, situándola en un lugar de la casa donde suelan estar los propietarios (cocina, salón, dormitorio etc.) y que siempre haya premios de comida dentro (puedes ponerlos allí cuando no te vea) y su juguete favorito.
Al principio le daremos todas sus comidas dentro de la jaula, siempre con la puerta abierta. Puedes atar un Kong relleno al final de la jaula, así tendrá que tumbarse dentro para comérselo e irá creando una buena asociación al espacio.
Al cabo de unos días puedes empezar a enseñarle a entrar y salir de la jaula a la orden. Puedes comenzar este ejercicio por moldeado libre, es decir, esperar a que el perro entre por propia voluntad y captar ese momento con click y comida. También puedes ayudarte de un señuelo, lanza un trozo de comida dentro de la jaula, prémiale con la voz (o click +comida) cuando entre. Tú eliges el proceso que vas a seguir, aunque te recuerdo que el moldeado libre ayuda a “entender” el ejercicio con mayor rapidez. Repite el proceso varias veces. Puedes retrasar el momento de poner los comandos verbales hasta que realice el ejercicio con fluidez; simplemente di “entra” o “a tu casa” justo antes de que vaya a entrar. Cuando realice el ejercicio de manera casi automática pondremos “el comportamiento bajo control de estímulo” es decir, premiaremos únicamente cuando realice el ejercicio cuando nosotros se lo pedimos: Di “dentro” y espera que lo haga antes de darle el trozo de comida (o clic + comida). Si no hace caso, simplemente espera. No repitas la orden, no te rindas y no utilices la comida para guiarle. Si fuera necesario puedes intentar animarle a que entre con la mano (aunque lo mejor es esperar a que lo haga por propia voluntad), de hecho, llegados a este punto debería estar haciéndolo de manera fluida, si no es así, vuelve al paso anterior. Si no consigues que entre, termina la sesión. Inténtalo un poco más tarde, aguanta el trozo de comida hasta que entre por sí mismo. Cuando lo haga (paciencia al final lo hará) dale un premio gordo, tira varios trozos de comida dentro y felicítale (¡muy bien!).
Recuerda:
“Entra” (comando verbal)+ ayuda de gesto si fuera necesario + comportamiento = Click + comida.
Termina la sesión tras pocas repeticiones, cuando lo realice con éxito, siempre es mejor dejarle con ganas de más.
Enseñarle a salir de la jaula a la orden es bastante más sencillo, premia con click comida en el momento que sale, tras varias repeticiones puedes poner el comando verbal y conseguida la fluidez pasar a poner “bajo control del estímulo” (premiar sólo cuando se lo pedimos).
Cuando el perro entre y salga a la orden podremos empezar a cerrar la puerta. Pídele que entre, cierra y dale trozos de comida a través de la puerta durante uno o dos minutos, abre y dile “fuera”. Repite el proceso varias veces.
La próxima vez que practiques puedes probar a dar una vuelta por la habitación mientras la puerta está cerrada y volver de vez en cuando a la jaula para darle comida cuando este callado. Déjale salir a los dos o tres minutos (si esta callado).
Todo el proceso debe ser una experiencia positiva para el perro, si ha empezado a lloriquear puede ser que estés yendo demasiado deprisa en el proceso, vuelve a los pasos anteriores (menos tiempo, más cerca).
El siguiente paso es ir aumentando el tiempo.
Prepara un par de Kongs rellenos de algo súper especial. Pon la jaula al lado del sofá y pide al perro que entre. Mete los dos Kongs y cierra la puerta. Puedes salir de la habitación pero no más de dos minutos. Permanece un rato sentado en el sofá viendo la tele e ignora al perro si se pone a lloriquear, gruñir o ladrar. Cuando esté tranquilo y callado abre la puerta y dile “fuera”.
Repito: Bajo ninguna circunstancia abras la puerta si tiene un comportamiento inadecuado (ladra, gruñe, lloriquea, rasca para salir etc.) ya que estarías reforzando ese comportamiento.
Recuerda: si algo no te gusta, no lo refuerces…ignóralo.
Al abrir la puerta tampoco premies al perro ni le digas nada, compórtate de manera neutra. Las cosas buenas solo pasan cuando el perro está dentro de la jaula, no fuera. Cuando esté fuera pídele que vuelva a entrar y prémialo con un par de trozos de comida (pero sin cerrar la puerta) antes de terminar la sesión. Si se niega a entrar debes plantearte que alguna parte del proceso está fallando, evalúa tu proceso educativo. Pídele que entre, prémiale y asegúrate de que sigue respondiendo bien al ejercicio de entrar y salir a la orden.
Los siguientes días puedes variar el tiempo que permanece dentro de la jaula mientras tu estás en casa haciendo cosas (puedes entrar y salir de la habitación). Ignora cualquier ruido que haga y recuerda premiar en los momentos que permanezca callado y/o tranquilo. Recuerda meter siempre algún Kong relleno en la jaula antes de cerrar la puerta.
Cuando permanezca tranquilo en la jaula durante unos diez minutos puedes probar a salir de casa. Aumenta progresivamente el tiempo que permaneces fuera de uno a diez minutos en varios días. Después podrás ir aumentando el tiempo hasta llegar a varias horas. Hazlo de manera gradual e intercala salida cortas. No digas nada al salir ni al entrar en casa.
Nunca dejes a un cachorro más de dos horas en la jaula y a un perro adulto nunca más de cuatro (a no ser que sea horario nocturno y se haya acostumbrado a dormir allí).
Intenta cansar un poco al perro con una buena sesión de ejercicios y de obediencia antes de meterlo en la jaula por periodos largos.
Es muy importante hacer estos ejercicios de habituación antes de utilizar la jaula en la vida diaria o como parte de cualquier corrección de conducta.
Virginia Gallego
www.pdtspain.com
Os ponemos unos de videos de ejercicios que puedes hacer en la jaula.
1 comentario:
Blas de 3 meses aprendió pronto que la jaula era su casita.
http://www.youtube.com/watch?v=nNkKBYHbOPI
Saludos!
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